Como el Sudario de Turín, la imagen de la Virgen de Guadalupe convoca e impresiona a incontables fieles de todo el mundo. A 468 años de sus apariciones al indígena San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, la devoción por la Morenita del Tepeyac aumenta en Europa, entusiasmando a los fieles por saber cada vez más detalles acerca de esa imagen custodiada en la Basílica que en su honor fue erigida en la Ciudad de México, la más visitada del mundo, incluso por encima de la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
El P. Eduardo Chávez, doctor en Historia y Presidente del Instituto de Estudios Guadalupanos, dijo sentirse asombrado por el creciente interés que genera; aunque tal vez esto no debería sorprender, ya que ha visto eso muchas veces, como en Estados Unidos o en Alaska, donde la imagen sigue abriendo caminos hacia una verdadera y nueva evangelización.
Señaló que, incluso, tras el éxito de una de sus visitas a la región de Apulia (Italia), el obispo local le pidió volver pronto para hablar sobre el tema de la Virgen de Guadalupe ante sacerdotes y seminaristas; mientras que en Francia le solicitaron un retiro espiritual completo inspirado en el Acontecimiento Guadalupano.
Algo similar le ocurrió en Brasil –reveló–, donde la Conferencia Episcopal del país lo convocó para hablar sobre la Guadalupana, una devoción extendida por toda América y otros países como Filipinas.
A decir del P. Eduardo Chávez, los fieles que asisten a sus conferencias generalmente lo hacen para conocer algunos detalles científicos inexplicables presentes en la imagen de la Virgen, pero luego se muestran más estimulados por el mensaje espiritual y la historia en sí.
“Se interesan más cuando les hablo del contexto histórico; de cómo trataban de matar hasta al obispo (Juan de Zumárraga) los mismos españoles; de cómo Ella interviene en un momento tan dramático, no sólo para los indígenas, sino también para los misioneros, es algo muy actual.
Actualmente quieren callar la voz de los pastores, de los obispos, y de la Iglesia cuando se habla a favor de la vida, quieren aplastar esa voz; sin embargo, Ella es la que va adelante como patrona de la vida desde el seno materno. No es una cosa del pasado, está muy presente”, explicó.
Señaló que si los descubrimientos científicos en torno a la Virgen causan mucho interés, es porque no son inventos o fantasías, sino que pueden ser estudiados, tal es el caso de las constelaciones y los volcanes plasmados en el manto, o el reflejo microscópico de sus ojos, que es casi una fotografía del momento de las apariciones.
Sin embargo –reitera–, maravilla más que Ella sea una joven que aparece embarazada, con lo cual pone a Jesús en el corazón, más allá de tradiciones, lenguas y culturas”.
El Director del Instituto Guadalupano considera que sólo una reliquia en el mundo tiene una capacidad de atracción similar: la Sábana Santa de Turín, que según la tradición católica es el sudario que envolvió a Jesús al momento de su resurrección.
Señala que hay quienes pueden sentirse atraídos sólo por la parte científica del sudario, pero a través de él pueden llegar a creer en Jesús resucitado, fenómeno similar al que ocurre con la Virgen de Guadalupe: del manto, de los ojos, de las estrellas, pasan a ver a la Madre de Dios, quien dio ese “Sí”, y gracias a Ella tenemos a Nuestro Señor.
El renovado interés por la Guadalupana se instaló en el año 2012 en el Vaticano, gracias a la decisión del Papa Benedicto XVI de celebrar la primera Misa en su honor en la Basílica de San Pedro, misma que llevó a cabo en su fiesta, el 12 de diciembre, y la tradición ha continuado con su sucesor, el Papa Francisco.
